Progresando adecuadamente

Y otra vez. Otro rodaje. A cargar, a cargar como si no hubiera mañana! Hoy había 8 km a ritmo progresivo que, de nuevo, me ha tocado hacer solo y por asfalto. Menos mal que llegan las navidades y tendré un par de semanas de entrenos normales!

En fin, vamos al grano. Hoy no me he acabado de levantar bien, me notaba la musculatura cansada, y he pensado que esto podría influenciar negativamente el entrenamiento de esta mañana. Pues parece que todo lo contrario. He salido como siempre a ritmo tranquilito y el paso por los dos primeros kilómetros lo marcaba en 9'59''. Perfecto, he empezado suavecillo, a unos 5' por kilómetro. Ahora toca subir ligeramente el ritmo. Ya pensaba yo que empezaría a costarme un poco más el respirar sin alteraciones, pero todo lo contrario. He seguido tan fresco como si acabara de empezar. Estos 2 km me han llevado 9'12'', y como digo, con una sensación de comodidad pasmosa. Bueno, ahora ya toca empezar a ponerse serio, y vuelvo a apretar el ritmo. Esta vez el cambio se ha notado un poco más. Sin ir ahogado, he notado que la respiración se ha empezado a acelerar, que he alargado la zancada, que empiezo a controlar menos el paisaje que me rodea... En definitiva, que ya estoy poniendo un ritmo serio. Miro el tiempo de paso. 8'23''. Magnífico. Es un ritmo de 4'10'' en el que me siento relativamente cómodo. Ha llegado el temido momento. Es hora de hacer el último cambio, el definitivo. En vez de alargar la zancada, esta vez intento incrementar la frecuencia (aunque sólo soy consciente de ello los primeros dos minutos si llega). El mundo empieza a desaparecer y ya sólo existo yo y la calle por la que voy. Un coche se salta un paso de peatones. Me paro de golpe, grito de todo y reemprendo la carrera. Bajo por una calle, tres señoras no me dejan espacio para pasar. Otro grito. Una mujer se aparta y me mira mal. Finalmente llego a casa. 7'46''. Hago cálculos, y descifro un ritmo de 3'53'' el kilómetro, con parones y gritos incluidos. Estoy eufórico. Me dejo caer al suelo, y a estirar.

Ya está. He sobrevivido al temido entreno progresivo. Eureka!! Ahora a cenar y descansar. Mañana otra vez esas series de 100. Pero con ganas. El entreno de hoy me ha dejado ver que progreso adecuadamente.