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Entreno en el Club de Atletismo de Gavà, bajo los consejos de Sergi Sierra. Mi prueba favorita es el 800 m. l. Ahí van algunas marcas: -800 -> 2'07.96" -400 -> 57.2" -1.500 -> 4'38" -3.000 ->10'01 -5.000 -> 18'50" -10.000 -> 37'27"

domingo, 24 de noviembre de 2013

Buenos entrenos teñidos de malas noticias

Esta semana ha sido la mejor desde que empezó la temporada, a nivel de entrenos. Por ello ha acabado siendo también la más dura. Tres días seguidos de mucha carga, me llevaban al viernes contento, pero a su vez muerto. No obstante, la semana no ha sido todo lo buena que hubiera deseado. El jueves, al acabar el entreno me encontré a Irving en la pista, con cara de circunstancias. Por razones médicas, ha de dejar el atletismo de competición y limitarse a rodar suave de manera indefinida. Una malísima noticia para alguien tan comprometido con este deporte y con el club, aunque estoy convencido que saldrá adelante reforzado tras este mal trago. Enviarle desde aquí muchos ánimos y un fuerte abrazo.

Por el lado de los entrenamientos de la semana, como decía antes, estoy más que satisfecho. Empezaba el lunes con 40' muy suaves, pensando en recuperar el cuerpo de la paliza de Mataró. Con una ligera lluvia de fondo, el ritmo suave fue incrementando progresivamente, de 4'45" a 4'20" en los últimos compases del rodaje. No obstante, esa velocidad que imprimimos no me desgastó demasiado y llegué muy cómodo a la pista, con la sensación de haber hecho una buena "carrera". Descansamos el martes y llegaba el miércoles con unas preciosas series, que se presentaban con muy mala leche. No obstante, venía muy motivado y con ganas de hacerlo bien, así que sin pensármelo dos veces salí a morir. Primera serie, de 400, 1'12", y tras dos cortos minutos de recuperación, un 200 en 30". Las recuperaciones entre series fueron siempre las mismas, y lo único que íbamos cambiando era la distancia. Siguiente salida, 600 en 1'57", y el otro 200 en 33". Me veo fuerte y sigo bastante entero, así que me crezco de cara a la recta final: serie de 800, 2'39", y de nuevo un 200, ahora en 34". Ya está. Hemos pasado la parte difícil de las series, ya que hemos llegado a las últimas. Ahora sólo queda sufrir en el 1.000. Apretando los dientes, paro el crono en 3'18". ¡¡3'18"!! No me lo creo, vaya tiempazo. Me queda un último 200, en el que toca picarse con los compañeros, y entramos en 29". Me tiro al suelo, respiro y sonrío. Buenas series, y buenísimas sensaciones.

14 km suaves esta mañana.
El jueves, todavía con la resaca de las series en el plano anímico, toca gimnasio. Estoy muy crecido por los resultados, así que cargo mucho peso, y lo noto en los tres kilómetros progresivos post-pesas. Pero el cuerpo se resiente mucho más al día siguiente. Este viernes, me presenté en la pista sin poderme mover mucho, y me tocó hacer un entreno de cuestas solo. Unas cuestas bastante más largas que las semanas previas, de unos 200 metros. Fui más o menos cómodo (si es que se puede decir así) hasta la séptima, pero a partir de ahí tocó sufrir. Recuperaba poco en las bajadas y los últimos metros se me hacían largos. Pero por fin llego a la décima, en la que salgo a tope e intento mantener el ritmo, apretando los dientes y tirando con todo. Vuelvo a la pista rodando, algo apajarado, y con unos gemelos que parecían piedras. Unos minutos de rodaje y acaba el entreno. Como muestra del cansancio de los últimos tres días seguidos de carga, diré que ese viernes me fui a dormir cual niño pequeño, ya que no me aguantaba en pie. Y para cerrar la semana, hoy domingo ha tocado madrugar, y a las 9 de la mañana estaba con Miquel rodando por la playa. 14 km muy suaves acompañados de 4 rectas para soltar cierran esta última semana de carga del periodo. La más dura, sí, pero también la mejor.

Cerraré hoy con la magnífica noticia que hemos tenido esta mañana, con la celebración del Campeonato de España de Maratón. Carles Castillejo, probablemente uno de los mejores (si no el mejor) fondistas catalanes de la historia, ha logrado la victoria y marca mínima para los Europeos de 2014. Tras el mal trago en Valencia (donde se tuvo que retirar) hace una semana, ha demostrado porqué es un campeón, tomando la salida y venciendo este Campeonato Nacional. Un espejo en el que mirarse, sin duda.

martes, 19 de noviembre de 2013

Cross de Mataró

En la entrada anterior, me limité a explicar la experiencia de la B-SS, dejando de lado los entrenos de la semana, ya que consideré que era una ocasión suficientemente importante como para explicarla con todo tipo de detalles. Sin embargo, no voy a dejar la semana en el olvido, sino que aprovecharé hoy para resumir las últimas dos semanas de entrenamientos.
14km en ligera progresión.

Volvamos pues al lunes después del duro cross de Santa Coloma de Farners. Mirando ya hacia la Behobia (que se iba a celebrar ese domingo), hice la última tirada "larga", recorriendo unos 14 km a ritmo suave y en ligera progresión. Un entreno fácil y sin mucha historia, fuera del fuerte viento que pegaba. El martes descansamos, y el miércoles fue un día duro. Tocaban subidas, de la misma distancia que habíamos estado haciendo las semanas previas, pero 15 en vez de diez, y separadas en tres bloques. Estoy bien orgulloso de decir que ya he cogido la primera pájara de la temporada. Acabé bastante al límite, pero el entreno valió la pena al comprobar que me mantengo al nivel del grupo. Los kilómetros de rodaje finales los empleamos para recordar entrenos buenos de otros años, y para aumentar las ganas de que lleguen ya las series duras. El jueves, como siempre, día de gimnasio, con unos buenos 3 km progresivos después del machaque, y el del viernes para adelante ya lo sabéis (o deberíais jeje).

Así que vamos directos a la semana que acaba de acabar. Tras los 20 km del domingo, las piernas no estaban para muchas alegrías, así que el lunes me limité a hacer un rodaje de 20' muy suaves, y algo de técnica. Descansé el martes como siempre, y el miércoles volvían a saludarnos esas 15 subidas. Me notaba las piernas más pesadas y duras que la semana anterior, y lo achaqué a la carga que llevaba encima. En consecuencia, no salieron las cosas lo bien que esperaba. Aguanté con el grupo, pero sufrí mucho más y me noté más lento. Hablando luego con Sergi, me dijo que era normal después de una media, y más por tratarse de la primera. Y las piernas lo notaron el jueves. Tras unas semanas sin agujetas ni molestias, me levanté con dolor en todas las piernas. Aún así hice el gimnasio y los 3 km progresivos de después fueron otra vez bien de sensaciones. Y el viernes tocaba crossfit. Un circuito bastante más duro que el de las semanas previas, el cual sólo repetimos dos veces. Como "descanso" entre medio, un mil a ritmo rápido. Para hacerse una idea de lo que implica toda la carga que llevaba más la sesión de crossfit, el 1.000 me salió en 3'15". Descansamos el sábado, y el domingo ha tocado de nuevo calzarse las zapatillas y lanzarse a la tierra a competir en el Cross de Mataró.

Los dos valientes que corríamos 8km.

Tras un sábado muy lluvioso, la matinal de atletismo se presentaba más que dudosa: ¿íbamos a poder correr?, ¿cómo estaría de encharcado el circuito?, ¿qué ropa ponerse para antes y después?... Con la lluvia torrencial de fondo, pusimos rumbo a Mataró. Para nuestra sorpresa, fue llegar allí y dejar de llover, e incluso se llegó a abrir un claro. Eso sí, el agua había afectado al circuito y estaba resbaladizo en algunos tramos. Así que sin dudarlo demasiado, me calcé los clavos y a la salida. Esta vez había mucha menos gente, aunque siempre alguna cara conocida como Mohamed Behmbarka. Pero en este cross había tomado la determinación de olvidarme de los demás y hacer una buena carrera. No quería, bajo ningún concepto, acabar como en Santa Coloma de Farners. Y me salió la jugada bastante bien: 





Primeros metros, adelantando a atletas.
Como en todo cross, salí rápido los primeros metros para evitar sustos (aunque este año pocos me voy a llevar, corriendo con tanto máquina jeje), pero una vez cogida la posición busqué mi ritmo. Alto, claro está, pero en el que me sintiera más o menos cómodo. Conozco bien este cross, y sabía que un error en el ritmo de carrera se podía pagar caro. Manteniendo la velocidad, pasé los primeros 3 km sin mucho problema, pero al principio de la segunda vuelta, en la subida que caracteriza este cross, empecé a notar que flaqueaba un poco. Álex, la referencia que había mantenido a 20-30 metros desde el disparo de salida se alejó a unos 60 metros, y eso a mi se me hizo un mundo, empecé a pensar... Y estuve a punto de aflojar por eso. Pero en un momento dado, a mediados de esa segunda vuelta, levanté la cabeza y los vi algo más cerca. Eso me animó para seguir adelante, y en lo que quedaba de carrera no dejé de recortar distancia con los de delante. Cuando empecé la última vuelta al circuito, me volví a encontrar bastante entero, y después de la exigente subida seguía bastante bien, así que sin dudarlo aceleré ligeramente para dar caza a Álex y otro atleta con el que iba emparejado. En poco trozo les había recortado gran parte de la distancia que me llevaban, y entonces Álex dio un cambio y dejó al tercer atleta detrás. Volví a acelerar y a falta de unos 500m le di caza. Fuimos pegados un tramo, hasta que unos 300 metros antes de la llegada di el último cambio y me lancé a por Álex. Llegué a meta 4 segundos detrás suyo, pero muy contento por la carrera que había hecho. Muy buenas sensaciones, una mejora en el tiempo y ritmo considerables (31'33" en unos 8 km) y la fuerza que tuve en los metros finales, me dejaban con una sonrisa para el resto del día. 

Afrontando la última vuelta...
Ahora que se ha confirmado que los entrenos están dando su fruto, también en la competición, afronto con más ganas la semana que entra. Este fin de semana descansamos de competición, y no será hasta el 1 de diciembre que corramos el cross de Gavà. 9,6 km en los que me voy a vaciar del todo, es la competición de mi club! Hasta entonces, más entrenos, más kilómetros, y más dolor de piernas.

viernes, 15 de noviembre de 2013

49ª Behobia-San Sebastián

Viernes, 16.30h, piscina de Gavà. Ésas eran las coordenadas para iniciar el viaje, de unas seis horas de coche y casi 600km. ¿Y para qué? Pues para qué va a ser, para vivir uno de los mejores fines de semana, para correr una de las mejores carreras de España y, cómo no, para degustar los platos de una de las mejores comunidades autónomas, gastronómicamente hablando, de nuestro país. Todo se resume en el nombre de la carrera, 49ª Behobia-San Sebastián.
El grupito de los valientes del C.A.G.

Dorsal firmado por el grandísimo Chema Martínez. Lo
guardaré con cariño...
Pues bien, ocho fuimos los componentes del club que nos desplazamos a tan apetitoso destino, si bien sólo seis corrimos, los otros dos vinieron para com... Digooo...¡Animar! Venían a animar. Llegábamos a nuestro destino allá hacia las 22.30h, muertos de hambre, claro está. Así que nos dimos el primer atracón del fin de semana. Una buena cena y a dormir, que tocaba madrugar el sábado y había que estar pletórico de fuerzas. Y cómo no, nos levantamos con hambre: al fin y al cabo era un fin de semana gastronómico, ¿me equivoco? Un desayuno consistente, y mientras un servidor se va al hotel para estudiar (benditos exámenes!), el resto de la expedición conoce a un tal Chema Martínez en la feria del corredor. Mala suerte! Pero al menos me queda un dorsal firmado, por este grande de nuestro deporte. Un verdadero tesoro que guardaré a buen recaudo. Aprovecho antes de ir a comer para salir a soltar las piernas de cara a la carrera. La intención es de ir muy lento y disfrutar del paisaje. Pero no sé que me pasa, que sin mirar el crono y corriendo fácil, me salen 6 km a 4'35" de media. En fin, pasemos a lo importante del día. La comida. Claro que sí, buscamos una buena sidrería, en la cual cargar bien (demasiado bien) las energías de cara a la carrera. Encontramos nuestro sitio en la sidrería Petritegi, donde comimos (y bebimos) bien a gusto. Así da gusto correr carreras!! Ligero descanso por la tarde y a las 21h rumbo a San Sebastián, a ver quién adivina con qué objetivo... Exacto! A comer! Damos una vuelta por el casco viejo, animado pese a la lluvia y el viento, y unos cuantos pinchos más tarde, de vuelta al hotel. Preparamos la ropa con sumo cuidado y a dormir sin más demora. Los nervios me están matando: es mi primera media, no la puedo cagar, son 20 km, etc. Pero finalmente consigo conciliar el sueño.
Sidrería Petritegi. Una imagen vale más que
mil palabras...
Capas y capas de ropa preparadas para el
gran día

Y menos mal. Porque aunque el despertador estaba programado para las 6.45h, una hora antes ya estoy en pie, sin poder dormir y sin saber dónde meterme. Pero poco a poco el tiempo pasa, y de repente me veo vistiéndome y bajando a desayunar. Desayuno abundante, por cierto, ya que quedan cuatro horas para que empiece la carrera. A las 8.15h cogemos el bus hacia Behobia, ya que los guardarropas cierran a las 9.30h a pesar de que algunos (salía último debido a la falta de marcas en Media Maratón) salimos casi 2 horas más tarde. Así que nos tapamos con bolsas de basura y como podemos. En seguida me veo en la línea de salida y... ¡Pum! Disparo y a correr. El objetivo era claro, correr para disfrutar, y la media que me había planteado era de 4'30". ¿Y cómo fue? Pues bastante bien:
Esperando a la salida, tapado lo mejor posible.

Salí sin obsesionarme, poco a poco y en seguida pasé el primer kilómetro en 4'15". Un poco rápido pero iba cómodo. Sin mucha dificultad llega el paso del km 5, y me sale un parcial de 22'06". Y es a partir de aquí cuando se empiezan a complicar las cosas. Primera subida dura, del km 6 al 8, una rampa que cada vez se hace más y más pronunciada. Y luego no viene un llano, sino que toca el trozo llamado "rompe piernas" por las constantes subidas y bajadas. Eso se nota en los tiempos y paso el ecuador de la prueba en 44'56", por lo que he perdido bastante tiempo. Pero como he salido a pasármelo bien, no me preocupo de nada y sigo para adelante. Bajamos hasta el puerto, y ahí es cuando noto el primer síntoma de cansancio: se trata de 3 km llanos completamente que van del 13 al 16. Mi idea es apretar un poco ahí si estoy bien, así que lo pruebo. Pero apenas puedo bajar algún segundo cada kilómetro y noto que me cuesta, así que decido no tirar mucho. Paso el km 15 en 1h07'08" y ya no voy tan fino. Ahí es cuando llega la segunda subida conocida de esta carrera, del km 16 al 17, hay una rampa de 600 m bastante dura. En ese kilómetro decido que es el momento de apretar de verdad, y a pesar de la fuerte subida consigo 4'35" en ese kilómetro. Me he recuperado del bajón, y ahora me quedan 3 km de bajada hasta meta. Meto toda la carne en el asador y tiro un poco más en esos kilómetros. Ahí me doy cuenta de dos cosas: es terrible salir desde atrás, a la que intento acelerar he de hacer un zig-zag continuo; y las piernas están cansadas y pesan. Pero esos últimos kilómetros se hacen solos. El gentío animando, la larga recta a meta y la constante bajada te aceleran sin remedio. Acabo entrando en 1h28'40", celebrándolo como si hubiera ganado, y más feliz que una perdiz. Ha sido mi primera carrera de larga distancia, y la he aguantado bien.
Contentos y felices al acabar la carrera.
Ya sólo queda la última comida del fin de semana, una buena hamburguesa recuperadora, y reemprendemos el camino en sentido contrario, para volver a casa. Ha sido un gran fin de semana, tanto deportivo, como social y sobre todo gastronómico. No me queda ninguna duda de que el año que viene, Behobia volverá a recibirnos con los brazos abiertos, y nosotros responderemos con sendas buenas carreras. Hasta entonces... A entrenar!
Primera casi-media acabada. Muy contento
(y agotado).

lunes, 4 de noviembre de 2013

Cross de Santa Coloma de Farners

Ayer cerramos la semana de descarga con la primera competición seria del año. Atrás quedan las "cursas" populares para ir a rodar, y ante nosotros se abrían por fin las puertas de la verdadera competición. No obstante, como siempre digo, el cross no es ni mucho menos un objetivo central en mi temporada, y menos ahora que me tocan distancias muy largas. De hecho, ayer fue mi debut en el cross largo, y se saldó con más penas que gloria.
Entreno del lunes.

Pero no adelantemos acontecimientos. Empezaba la semana de descarga, y viendo los entrenamientos que tocaban, lo único que tenía de descarga eran los tres días de descanso. Pero por lo demás... El lunes ya comenzábamos calentitos con 7km a ritmo medio-alto. Llegué tarde y me tocó hacerlos solo, cosa que se notó de cara a los últimos 2 km. Hasta entonces había ido a un buen ritmo y sin sufrir demasiado, pero pinché de sobremanera y sin mucha explicación. Fue el primer entreno "malo" del año, ya tardaba mucho... Pero no me preocupé demasiado. Sé que estoy en buena forma, y un mal día lo puede tener todo el mundo. Con esto en la cabeza, descansé el martes y vuelta a la carga el miércoles. Ese día prometía, ya que nos íbamos a enfrentar a las primeras series de la temporada: 5x1.000m. Y faltaba la indicación asesina del entrenador: a 3'22". Me dejó pasmado. Nunca había ido tan rápido en unos miles, y ahora sin haber hecho series ni nada, me pareció un ritmo suicida. Pues mayor fue mi sorpresa cuando vi que más o menos conseguí ir a ritmo: 3'28"-21"-21"-24"-23". Ahí lo dejo. El mejor entreno de mi vida tras dos meses de entreno, a ver quién me lo explica. ¿Será que estamos haciendo las cosas bien? Cargado de ilusión pasé el descanso del día siguiente, y llegué a la mañana del viernes. Al ser festivo, la pista estaba cerrada, y como tocaba un rodaje progresivo quedamos en la Pineda de Gavà. Básicamente nos dedicamos a dar 8 vueltas de 1km, cada una más rápida que la anterior. Como me suele pasar cuando voy con gente en estos entrenos, salí demasiado rápido y sufrí más de lo que tocaba. Pero conseguí ir rebajando tiempos vuelta a vuelta y acabé fortísimo. Otro gran entreno. Al final ha resultado ser una buena semana de entrenos. Pero el problema de entrenar bien, es que a veces se te va la cabeza en la competición. Y algo parecido me pasó el domingo.
Zona del cross. Foto por Santi Pereda.
Empezando la última vuelta. Foto de Santi Pereda.
Sonaba el despertador a las 6.30h. Habíamos quedado a las 7.15h en Gavà, así que iba con el tiempo justo. Conseguí llegar a la hora, y tras un largo viaje, llegábamos a Santa Coloma de Farners, pueblo en el que íbamos a disputar nuestro primer cross del año. No me tocaba correr hasta las 11.30h, así que tuve tiempo de ir a reconocer el circuito andando tranquilo. No tenía pinta de ser nada fácil. Constantes desniveles muy pronunciados, zonas con arena de playa (30 metros) y el suelo inclinado hacia un lado, con lo que íbamos a cargar mucho una pierna. Y me tocaban casi 9 km. En fin, tras ver y animar a los compañeros, me tocaba ponerme a calentar. Estaba en buena forma, me notaba fácil corriendo. Más confiado que nunca, me situé en la línea de salida después de cumplir con las clásicas progresiones que cerraban el calentamiento. Allí pude ver a Adel Mechaal (ganador del 1.500 en el Míting de Huelva), a Francisco Roldán (semifinalista europeo en Göteborg)... En fin, gente muy muy buena. Es lo bonito del atletismo. Aunque no seas un grande, puedes compartir carreras con lo mejor del panorama nacional. En fin, que mientras seguía observando la cantidad de gente a mi alrededor, se dio el disparo de salida. Y ahí cometí uno de mis mayores errores de siempre en el atletismo: salir rápido. Muy rápido. Completé la primera vuelta a un ritmo frenético, ya estaba hecho polvo y me quedaban cuatro más por delante. Las siguientes dos pude aguantarlas más o menos bien, tenía como referencia a Alex delante (a unos 100m). El problema vino a mitad de la cuarta vuelta. Las fuerzas me abandonaron casi por completo, no podía mover las piernas y cada paso era un suplicio. Fueron los peores 3km de mi vida. Llegué a meta deshecho, en aproximadamente 37' (ritmo de 4'07" aprox.). Menos mal que ahí estaba Santi para ayudarme a ir hasta mis demás compañeros y felicitarme. Qué sufrimiento!
Llegada muy sufrida. Foto de Santi Pereda.

Como mínimo aprendí la lección: en crosses tan largos hay que ir con mucho cuidado y no dejarse llevar por los demás. Hay que coger el ritmo al principio y mantenerse. Si no, pasa lo que pasa. El próximo cross, en el que tendré que poner en práctica lo aprendido en este primero, será el de Mataró dentro de dos semanas. No obstante, el fin de semana próximo no va a estar vacío. Más bien al contrario, ya que marcho a San Sebastián a correr la mítica Behobia. Mis primeros 20 km, que me voy a tomar con mucha calma (4'30"/km) y que quiero disfrutar al máximo. Hasta entonces, buena semana!