Algo sobre mi...

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Entreno en el Club de Atletismo de Gavà, bajo los consejos de Sergi Sierra. Mi prueba favorita es el 800 m. l. Ahí van algunas marcas: -800 -> 2'07.96" -400 -> 57.2" -1.500 -> 4'38" -3.000 ->10'01 -5.000 -> 18'50" -10.000 -> 37'27"

lunes, 30 de septiembre de 2013

2ª Jornada Trofeu Promoció

Semana dura de entrenos ésta, que nos ha dejado un fin de semana lleno de dolores por todo el cuerpo. Un circuito de fuerza el miércoles más exigente que cualquiera que hubiéramos hecho hasta entonces nos dejaba para el arrastre, y el final de la semana fue agónico por esta razón. Por otro lado, con mi grupo de niños hemos empezado el trabajo general de todas las técnicas, con lo que tras el calentamiento en común dividimos el grupo entre los dos monitores y el trabajo se dinamiza mucho más. Esta semana ha concluido con la segunda jornada del Trofeu Promoció, celebrada el pasado sábado.

Empecemos por los más jóvenes. En las categorías de promoción y en este caso en la alevín, es básico y de suma importancia que todos los niños trabajen todas las pruebas. Eso quiere decir, que independientemente de que al niño se le mejor o peor una disciplina, tendrá que entrenarla hasta poderla dominar mínimamente. Como ya he dicho, con este propósito empezamos la semana pasada a trabajar las técnicas. En un primer vistazo a las habilidades de los niños, ya hemos podido identificar en qué destaca y en qué flaquea cada uno, con lo que ya tenemos una base sobre la cual trabajar. Los meses que quedan hasta mayo, trabajaremos genérico y poniendo especial atención a los puntos débiles de los chavales. A partir de entonces, la idea es empezar un trabajo un tanto más específico haciendo hincapié en las habilidades de cada unos para conseguir mejores resultados. Aunque siempre sin olvidar que hay que trabajar de todo.

Y como también he comentado antes, la semana concluyó con la celebración de la segunda jornada del Trofeu Promoció, del que hemos salido bastante contentos con la participación (9 niños de nuestro grupo) y con los resultados, ya que todos se han tomado en serio sus pruebas y han conseguido los resultados que merecen. Hay que tener en cuenta que apenas hemos empezado y ya hay atletas rondando sus marcas personales. Así que con la motivación por las nubes, hoy empezamos una nueva semana en la que mi idea es introducir una prueba bastante olvidada en estas categorías: la pértiga. A ver qué nuevos talentos descubrimos!

Ahora centro los focos en mi semana, sin duda la más dura en lo poco que llevamos. El lunes 45' a ritmo medio, que fue fuerte, por la montaña me dejaron con una pájara bien bonita. Y es que luego en casa vi que había ido a ritmo de 4'15"! Los últimos 25' fueron agónicos, pues había gastado todas las fuerzas en los primeros veinte a yendo a ritmo de 4' o incluso por debajo. Insisto en el hecho de que iba por la montaña. Así que el martes decidí tomármelo de descanso. Había llevado el cuerpo al límite por primera vez esta temporada y prefería dejarlo reposar. Pero el miércoles llegó sin piedad, y con él un circuito de crossfit muy divertido y entretenido de hacer, pero que he estado odiando el resto de la semana. Seis estaciones duras seguidas de una vuelta cada una, y repitiéndolo dos veces. En el momento no pareció tanto, pero al día siguiente no me podía levantar de la cama. Y para colmo, como había descansado el martes, me tocaba gimnasio. Eso sí, nada de piernas, órdenes del entrenador.

Algo es algo, así que tras los veinte minutos de calentamiento en la bici (que costaron lo suyo), me pongo manos a la obra y finiquito el entreno rápidamente. Algo más de bici al acabar para desentumecer el cuerpo y a descansar. Y el viernes... ¡Ay el viernes! Por razones de disponibilidad, me vi obligado a entrenar a las 4.30 de la tarde bajo un sol de justicia y solo. Tocaba el circuito Oberón dos veces, después de una serie de ejercicios de fortalecimiento de tobillos en la arena del foso. Si mis tiempos en este odioso circuito suelen rondar los siete minutos, en la primera "serie" me costó ocho. Las piernas se negaban a moverse y me dolía todo al hacer los ejercicios. Maldito crossfit. Afortunadamente en la segunda el cuerpo ya estaba en marcha, los dolores fueron menguando y completé el circuito en el tiempo usual, si bien no me sentí nada fluido de piernas.

Tuve piedad de mi cuerpo y el sábado descansé, dejando para el domingo el rodaje de descarga. Primer día sin dolor en las piernas, me dispongo a hacer media hora suave, sin mirar tiempos, sólo fijándome en acortar la zancada y buscar más frecuencia. De repente me noto corriendo rápido pero cómodo, y al llegar a casa confirmo las sensaciones: había hecho los 6 km a un ritmo de 4'45"!! Y sin darme cuenta! Feliz como nunca, al llegar a casa veo a mi madre salir a correr y la acompaño en unos 2,5 km extras a ritmo muy tranquilo (aproximadamente 7'/km). Va bien para acabar de relajar las piernas y cerrar el día.

Y esta semana se presenta de nuevo intensa, con un test de mil el miércoles que despejará de forma definitiva mis dudas sobre el estado de forma en el que me encuentro. Veré exactamente en qué punto estoy y compararé con el año pasado. Como curiosidad y para cerrar, dejo la siguiente referencia: mi intención es conseguir una marca próxima a los 2'55" (y si puede ser por debajo mejor), ritmo al que fue este fin de semana durante 42 km Wilson Kiplagat para batir el WR de Maratón, dejándolo en 2h03'23". Buena semana!

domingo, 22 de septiembre de 2013

Acumulando carga

Tras la Cursa de la Mercè, no ha habido descanso que valga, y hemos introducido una primera semana más dedicada a la carrera que a la fuerza. El aumento de tiempo del rodaje del lunes, junto a unas primeras series ("suaves") el miércoles son claras señales de que la temporada está empezando por fin, y el cuerpo empieza a acumular algo más de carga.

Tal como he dicho, el lunes nos esperaba una no tan grata sorpresa. Tras la Mercè, pensamos que volvería a haber la clásica media hora tranquila de rodaje. Pero el míster no quería ni oír hablar de eso: los 10 km no eran una competición, sino un entreno más, y por lo tanto no haríamos un entreno diferente al del resto. Así que para abrir bien la semana, 45' progresivos. Los primeros minutos fueron fáciles, pero aproximadamente a mitad del rodaje cambiamos el ritmo sin darnos cuenta. Fue un cambio muy brusco, ya que pasamos de rodar suaves y tranquilos a correr bastante rápido por en medio de la montaña. Así fueron unos 20 minutos de ritmo desenfrenado, que nos llevaban a la pista más muertos que vivos. Sin embargo y a pesar del ritmo, las sensaciones eran malas... Al menos hasta llegar a la pista. Las tres vueltas que dimos a ella fueron mediocres. Ya agotados por la velocidad del "rodaje", el ritmo decayó drásticamente, por lo que la imagen de nuestras caras de sufrimiento en un tramo donde no íbamos muy rápidos era un poema. Y al contrario de lo que esperaba, el día siguiente me desperté sin agujetas. Notaba las piernas cansadas, sí (fueron dos días de correr rapidillo), pero no el agarrotamiento que esperaba. Así que manos a la obra y sin excusas con el gimnasio, y por fin llega el miércoles con las primeras series de la temporada. Fueron unas piramidales por el césped: 1,2,3,2,1 vueltas, recuperando entre cada tirada rápida una vuelta suave. Me costaron lo mío, pero acabé contento. Sensación de ir rápido, y la serie que mejor me salió (por sensaciones, no encendí el crono) fue la de tres vueltas. Eso sí, me noté algo pesado en las últimas vueltas, consecuencia de la carga de las últimas semanas. Esto se solucionó el jueves con la jornada de descanso, y el viernes volvíamos a encontrarnos con el circuito Oberón. Esta vez lo repetimos tres veces, y eso es algo que se nota. La última repetición costó más de lo imaginado y acabé sufriendo lo mío. Y por fin el último entreno de la semana lo hice ayer con Miquel. Unos 10,2 km que nos llevaron casi 55', por lo que el ritmo fue tranquilo y bueno, aproximadamente de 5'20".

Ésta ha sido la primera semana en la que he empezado a notar el cansancio acumulado. Es una buena sensación, quiere decir que el trabajo va surtiendo efecto. La semana que se avecina, volveremos a centrarnos en la fuerza, y en la próxima haremos el test de 1.000. Con ganas de que empiece ya lo serio, sigo acumulando kilómetros y carga. Esto ya empieza!

domingo, 15 de septiembre de 2013

¡A sus puestos!

Dos o tres semanas he estado sin escribir por aquí. En este espacio de tiempo han empezado por fin los entrenos con el grupo y ha habido la segunda competición de mi pretemporada, la Cursa de la Mercè celebrada esta mañana en Barcelona. Por otro lado, quiero anunciar una noticia: este año, tras haberme sacado el cursillo de Monitor de Atletismo, el club ha decidido contar conmigo como entrenador de la categoría Alevín. Así que a partir de ahora, también voy a comentar por aquí las evoluciones de este pequeño grupo.

Por mi parte, el lunes 2 de septiembre abrimos oficialmente la temporada con el entrenador. Saludos, reencuentros y un rodaje de 30' para dar a conocer el verano de cada uno. Martes de gimnasio y por fin llega el miércoles con un entreno de crossfit. No conocemos este método de entrenamiento, así que el calentamiento transcurre entre preguntas sobre tan extraño método de entreno. Pues bien, consiste en diez series de una vuelta a la pista a ritmo ágil, diez flexiones, abdominales y sentadillas con un minuto de recuperación entre ellas. Luego se nos explicó que ése era sólo un tipo de crossfit y que iríamos variando el circuito. Entreno duro, como todos los de fuerza, y como el del viernes, día en que nos reencontramos con un viejo conocido, el circuito Oberón. Esta sesión, que ya habíamos realizado el invierno pasado, consiste en distintos ejercicios de fuerza unidos por diagonales a un ritmo alto de carrera. Acabamos todos bien muertos y personalmente el fin de semana me lo tomé de descanso. Fue una semana bastante dura y venía de unas semanas de entreno irregular. Mejor no forzar la máquina que nos conocemos...

Así que tras un fin de semana de completa inactividad, abordábamos la nueva semana con fuerza. Una nueva variación del circuito de crossfit nos dejaba bastante tocados muscularmente. No me canso de repetir lo mismo: ¡cómo odio la pretemporada! Y el martes me desperté con un buen susto. Había hecho un mal gesto durmiendo y me había fastidiado el tendón de aquiles. No podía ni caminar. Por la tarde parecía que el dolor menguaba ligeramente, y como martes es día de gimnasio decidí probar a pesar del daño. Tras unos minutos de calentamiento en la bici estática (me era imposible correr) me encuentro con Santi para cumplir con los ejercicios del gimnasio y le comento el dolor. Da la casualidad que su mujer, que es masajista, está por la pista y me puede dar unos toques en el tobillo. Y por la noche se obra el milagro: el dolor desaparece completamente. Respiro. Me había temido lo peor. Afortunadamente sólo ha sido un susto, pero esto me da un aviso de cara a la temporada. Hay que cuidarse de sobremanera! Por precaución y falta de tiempo descanso tanto miércoles como jueves, y el viernes repito el circuito Oberón. Lo único que cambia del entreno de la semana pasada es que añadimos 15' de rodaje al final del entreno. Apenas es nada, pero poco a poco sumamos kilómetros y carga.

Y por fin llega el ansiado domingo, en el que me toca levantarme bien pronto para el desplazamiento a Barcelona, ya que el disparo de salida se da a las 9.30h. El objetivo de la cursa es claro: debe ser un entreno más, un rodaje a un ritmo algo más alto de lo normal pero llevando siempre unas buenas sensaciones. Quedo con Miquel y Joel y decidimos salir a ritmo de 4'30" y luego ver qué pasa. Tras un ligero calentamiento nos colocamos en la línea de salida. Es increíble que ya lleve cinco años en el mundo del atletismo y me siga poniendo nerviosísimo en el momento antes de la salida de una carrera, aunque sólo la haga para disfrutar. En fin, se da el disparo de salida e inmediatamente estos nervios son transformados en adrenalina que me hace salir disparado. Pero por una vez en mi vida tengo cabeza y consigo aflojar para cumplir con el ritmo previsto. Pasamos sin muchos problemas los primeros kilómetros 4'30"-4'35"-4'30" y en el siguiente Joel se empieza a descolgar un poco. Nos dice que tiremos sin preocuparnos, y Miquel se pone delante mío y empieza una nueva carrera. Ese kilómetro lo hacemos en 4'12" y el siguiente en 4'15". Hemos apretado considerablemente el ritmo. Estoy disfrutando de la carrera. Son ritmos en los que voy bastante cómodo y vamos charlando con Miquel. Pero al mismo tiempo, vamos a una velocidad que nos exige estar atentos. Empieza la subida en el kilómetro seis, cosa que nos hace subir a 4'18" el siguiente kilómetro, pero cumpliendo con lo que nos habíamos propuesto y llevados por las sensaciones magníficas que estábamos teniendo el siguiente parcial lo pasamos en 4'09", a pesar de que la pendiente se mantiene constante. Y aquí ya no se para, 4'01" y 3'50" son los siguientes parciales. Seguimos hablando pero cada vez menos y cada vez cuesta más. Tal cual desembocamos en el último kilómetro me despido de Miquel que se va como un tiro hacia delante y yo acelero todo lo que mis pobres piernas pueden. Llego en 42'13" y un último parcial de 3'47". Creo que ésta ha sido la carrera que más he disfrutado de todas las que he hecho, tanto por el paisaje atípico en estas fechas de una Barcelona cubierta por un cielo gris y con un suelo húmedo, como por los ritmos a los que hemos ido. Además me he demostrado que no estaba tan mal de forma como pensaba y que he hecho 42' saliendo a ritmos de 4'30". Queda mucho camino por recorrer, pero parece que estamos formando unas bases bien sólidas.

Había 17.000 personas inscritas.
Una vez terminado el apartado personal, me gustaría tener unas líneas para mi grupo de Alevines (con los que me ayuda Victor). Es mi primera experiencia como monitor durante un año entero, es decir la primera vez que tengo la responsabilidad de cuidar niños y lograr que cumplan unos objetivos. Esta situación me angustiaba un poco el primer día. Conocía a algunos "alumnos" pero no sabía cómo iban a reaccionar los otros a mi manera de trabajar ni cómo serían los padres. Y he de decir que me he llevado una grata sorpresa: tanto niños como padres son trabajadores y colaboradores, lo que siempre facilita la tarea del entrenador. Este sábado tuve la primera competición con ellos, el Trofeu Promoció, y pese a la corta asistencia (está muy al principio de la temporada), los chavales que asistieron desempeñaron un grandísimo papel, superando de mucho mis expectativas, tanto en resultados como en ganas y esfuerzo. Solo me queda pedir que sigan así y cuajarán una gran temporada. Jornadas como las del sábado hacen ilusionarse a los entrenadores.

Pues bien, con estas líneas doy oficialmente por comenzada la temporada 2013/2014 tanto para unos como para otros. Espero que éste sea un año de alegrías y objetivos cumplidos.