Empieza lo bueno

Ahora estoy en época de exámenes y voy un poco mal de tiempo para encontrar un momento para escribir, así que ya son tres entrenos los que me faltan por explicar. El lunes, unas series de 600 m, el martes un rodaje progresivo y hoy, unas series muy duras. Así que mejor voy entrando en materia...

El entrenamiento del lunes prometía ser duro: 3x600, recuperando 15'. Una recuperación tan larga obliga a hacer unas series "a tope". Así que tras un calentamiento de casi media hora, y un par de progresiones, toca empezar algo que prometía ser malo, pero que malo. Así que nos calzamos los clavos y empezamos. Los tiempos en que las teníamos que hacer eran alrededor de 1'33'', lo dicho, ritmos de competición. Pasamos el primer 200 a 29''. Vale vamos bien, pero ahora viene lo duro. Los siguientes 200 metros ya empiezan a costar más, y el paso por el 400 sale a 1'02''. Y ya está. En los últimos doscientos metros siempre se sufre bastante, pero consigo aguantar el tipo y acabo en 1'35''. Madre mía! Me noto el ácido láctico ya por las nubes, como después de competir. Me arden los gemelos y en seguida me saco los clavos. Pasan los 15' más rápido de lo que deberían. De repente me vuelvo a ver en la línea de salida. Me noto las piernas cansadas, pero sé que aún pueden servir de algo. Salimos. El primer 200 se pasa volando, pero creo que hemos ido bastante más rápido que la primera serie. Ese ritmo desenfrenado se nota, y en el trescientos me veo que empiezo a pinchar y que me separo de Miquel. Paso de mirar el corno en el 400 porque tampoco voy a poder apretar más, y los últimos doscientos metros los hago como puedo, apretando los dientes, tirando de brazos riñones y de todo lo que puedo. Llego, veo 1'35'' y me tiro al suelo. He cumplido el tiempo pero estoy vacío. Empiezan las náuseas, el dolor de cabeza y la vista se me nubla. Me estoy 10 minutos tirado en la pista, pruebo de levantarme pero solo llego a la valla. No me veo con fuerzas de hacer la tercera serie y la dejo correr. El entreno ha estado bien y he dado lo máximo. Acabo algo decepcionado de no poder acabar, pero contento por los tiempos. Vamos mejorando.

El martes rodaje progresivo de 8 km, en el que quedé con Elena Villanueva para llevarlo a cabo, aunque teníamos entrenos diferentes. Los primeros 4 km los hice suaves, hablando, y me salieron unos 22'. Así que bien suaves. Pero llegado a este punto ya me toca dar media vuelta y encarar la parte dura del entreno, este tramo ya solo. Cojo un ritmo en el que me veo cómodo aunque forzado de respiración, y lo mantengo prácticamente constante durante los 2 km. Al llegar a casa, lo pienso, y descifro un ritmo de unos 4'/km. Bueno está bien, es un buen ritmo en el que me he encontrado bastante cómodo. Pero a falta de otros dos km, me vuelve a tocar apretar, y esta vez sí que alargo la zancada y tiro a muerte. Mantengo el ritmo durante todo el tramo bastante bien, y luego veo que he ido a unos 3'40''/km. Esto es un nuevo récord para mi, nunca había acabado tan rápido unos progresivos. Estoy contento: el trabajo empieza a dar sus frutos.

El entreno de hoy ha sido también duro a más no poder. Eran 3x(600-400-200-400-600) recuperando 2' entre series y 6 entre bloques. El primer 600 vamos cómodos y sale a 1'49''. El 400 a 1'10'' y el 200 a 30''. Hasta ahí todo en orden, voy cómodo y salen los tiempos que buscaba. Pero es ahora cuando unos empieza a sufrir. El próximo cuatrocientos sale al mismo ritmo, pero se empieza a notar el cansancio en las piernas. Y eso lo he notado en el 600. 1'57''. Probablemente el objetivo de 1'50'' era demasiado ambicioso, y ha pasado lo que ha pasado. En fin, toca descansar 6'. Pero se pasan en seguida y volvemos a empezar. En este segundo bloque ya he empezado a sufrir como un perro, aunque he mantenido casi todos los tiempos. 600, 1'57''; 400, 1'10''; 200, 31''; 400, 1'11''. Pero este último 400 me ha dejado para el arrastre. El ácido láctico me ha subido de golpe y lo he pagado en el 600. Aunque imagino que el pinchazo también ha sido muy mental. Ha salido en 2'05''. A descansar otros 6'. Ahora empiezo a dudar de si podré acabar el entreno o no, pero le echo narices y empiezo la tercera repetición.  Las cosas vuelven a la normalidad, y el 600 sale a 1'59''. Definitivamente, el anterior pinchazo ha tenido mucho componente mental. Sigo, el 400 a 1'12'', el 200 a 33'' y otra vez el 400 a 1'12''. Magnífico he mantenido tiempos en el la media vuelta y en la vuelta entera. Ahora sólo falta lo peor: el último 600. Me armo de valor y salgo. Sufriendo mucho llego, 2'00''. Bueno, aceptable. Me tiro al suelo y cojo aire. Ya ha pasado. Acabo bastante contento con el entreno porque los ritmos, sobre todo del 400, han sido buenos.

Mañana algo de gimnasio y el viernes de nuevo los famosos cambios de ritmo. Realmente, esta semana las piernas me quedarán hechas un poema. Hoy ya he acabado con hielo en los dos gemelos, así que a ver a final de semana. Y es que empieza lo bueno!