6.45 am suena el despertador. Desayuno más bien ligerito y a mirar por la ventana. Cielo encapotado, suelo mojado y parece que no hace demasiado viento. Parecen buenas condiciones para correr, si sacamos lo del suelo. Además, siempre queda esperar que en el Prat no haya llovido por la noche. Así que me calzo las voladoras y corriendo a la estación que hay que llegar con tiempo para recoger los dorsales.
Nada más llegar a la pista de el Prat nos encontramos con el resto de la expedición del C.A.Gavà, y nos ponemos a calentar en familia. Pocos minutos después, corriendo a la línea de salida, una última mirada al cielo (para asegurarme que no llueve) y pistoletazo de salida.
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| Por JJ Vico. |
La gente sale muy rápida, mientras que yo prefiero ser veterano en el día de hoy y empezar conservador. Así que paso el primer kilómetro a 3'42". Es un buen tiempo, cercano al ritmo que he de mantener durante la carrera y voy muy cómodo, así que en vez de aflojar, mantengo la zancada. Paso los dos próximos km en 3'47" y 3'42" respectivamente y no me noto forzado. Voy cómodo y de momento las voladoras no me están cansando demasiado. Pero todo empieza a cambiar en el cuarto kilómetro. Primero, las sensaciones: empiezo a notar la zancada más pesada y respiro más acelerado. Segundo, los ritmos. O más que los ritmos el kilometraje. Me explico, el paso del km 4 me sale en 3'20". Deduzco que es más bien improbable y me empiezo a preocupar por el ritmo que llevo: quizás los kilómetros previos tampoco estaban correctamente marcados. Decido mantener el ritmo en el 5 km, con el que terminaré la primera vuelta al circuito, y evaluar los problemas entonces. Así que nada, para adelante, yo sigo a lo mío y paso el km 5 en 4'45". Toma ya! Ahora sí que me han matado. Me pongo nervioso, no sé que quiere decir eso, pero miro el crono global y veo que el 5.000 ha salido en 19'18". Algo más lento de lo previsto, pero no está mal. Si pudiera mantener el ritmo... Y entonces empieza a llover.
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| Por JJ Vico. |
La segunda vuelta se hace mucho más rápida. Me conozco el circuito, sé donde están los kilómetros, la lluvia cae y ya solo pienso en llegar. Empiezo a notar que el pie patina a cada zancada por la lluvia y paso el km 6 a 3'56", así que se confirma que he bajado el ritmo. Intento seguir sin pensar y de repente veo que he pasado el séptimo punto kilométrico y no he tomado referencia. Así que sin saber el ritmo al que voy y tirando sólo de sensaciones, llego al km 8, con un tiempo en los dos últimos pasos de 7'45". Parece que he remontado un poco. Esto me anima y me tiro para delante ya con la sola idea de llegar, empiezo a sufrir pero me queda poco. Y justo en ese momento me da un tirón el isquio "malo". Lo que pienso en seguida es en parar, pero luego miro el crono y veo que voy bien de ritmo. Será por rabia, orgullo o porque simplemente soy tonto, pero decido seguir. Así que paso el km 9 en 3'25" (es el mismo punto que antes, es la segunda vuelta al circuito) y ya deja de molestarme la pierna. Empiezo a mirar para delante, veo a un hombre a unos 50 m delante mío y decido ir a por él. Me echo encima suyo a falta de 300 metros de la llegada, justo al entrar en la pista, y veo el crono en 37'55". Así que me lanzo a toda velocidad, decidido a bajar de esos 39'. Y lo consigo. Llego en 38'52". Sonrío: ahora tengo un mes para rebajar un minuto el tiempo.
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| Por JJ Vico |
Al final el tirón de la pierna parece que ha quedado solo en un susto, y de momento ya no molesta. Una vez reunidos todos en la llegada, nos explicamos las batallitas, sacamos a relucir nuestras excusas del porqué de nuestros tiempos (que si la lluvia, que si los kilómetros mal marcados, etc.), pero al final nos vamos todos con una sonrisa para casa. Otra "cursa" en el bolsillo!
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