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Entreno en el Club de Atletismo de Gavà, bajo los consejos de Sergi Sierra. Mi prueba favorita es el 800 m. l. Ahí van algunas marcas: -800 -> 2'07.96" -400 -> 57.2" -1.500 -> 4'38" -3.000 ->10'01 -5.000 -> 18'50" -10.000 -> 37'27"

lunes, 23 de diciembre de 2013

XII Cros de Banyoles

Y por fin una semana de descarga. Tras estos últimos días con las piernas tan cargadas, se volvía interesante la idea de relajarlas un poco. No obstante, y pese a la insistencia del "míster" en calificarla así, la semana no ha sido del todo fácil. Hemos entrenado seis días y, aunque la intensidad ha bajado claramente, la cantidad ha mantenido las piernas calientes. El colofón fue el domingo el cross de Banyoles, con 8 km de exigente terreno. Pero cada cosa a su tiempo…

Rodaje suave del lunes. Cómodo a ritmos buenos.
Empezábamos la semana bien tranquilos, con un rodaje corto y suave. Tuve que hacerlo solo, pero no supuso mayor problema al ser un ritmo tranquilo. Tras el descanso del martes, venía el día duro de la semana, el de las series. En esta ocasión, se trataba de 500, con una recuperación muy corta (1'15"). Pensando en casa sobre los ritmos que debía llevar, consideré que sería un buen resultados una media de 1'35". Y más o menos acabé obteniendo el resultado deseado. A pesar del buen resultado global, empecé las series con malas sensaciones. 1'36" en las dos primeras, y con la impresión de ir justo y cansado. La recuperación tan corta hacía que costara recuperar el cuerpo, y empezaba a ver el entreno complicado. Las dos siguientes me salieron en 1'37", confirmando estas sensaciones extrañas, pero a partir de aquí la cabeza empezó a jugar su rol. Había llegado a mitad del entreno más o menos entero, con lo que tenía que acabarlo bien. Esta idea empezó a tomar forma a medida que se acumulaban las series, y me empecé a encontrar mejor. Mantuve el tiempo en la quinta, y lo empecé a bajar en las dos siguientes, volviendo a los 1'36". Ya estaba, me quedaba la última. En unos últimos doscientos metros en los que hubo que apretar los dientes, conseguí un 1'33", que me dejaba más que satisfecho. Había conseguido una media de 1'36", un gran resultado dada la corta recuperación.

Tras este gran entreno, llegaba el jueves, y con él la sesión semanal de gimnasio (¡la última!). Calentamiento en la bicicleta como en las ocasiones anteriores, y al tema. Subo algo de peso en algunas máquinas, y eso deja unas secuelas preciosas para el viernes. Ah, el viernes… Otro gran día. Volvía a haber series, más cortas en esta ocasión, sólo de 400m. Y también más fáciles de ritmo. No tenían que ser a tope, había que ir rápido pero "cómodo". Yo me había puesto como referencia entre1-15"-1'20", pero la cosa fue incluso mejor. Salí la primera en 1'16", muy suelto y fácil, y tras recuperar el minuto de rigor, arañaba un segundo al crono. Un tiempo que se repetiría en la tercera serie. Una vez llegado al ecuador evalué cómo iba, y me encontré genial. Bastante bien de pulso y las piernas iban solas. Las dos siguientes salieron incluso mejor, en 1'14". Y por fin llegaba la última, con una misión difícil esta vez: había que intentar no apretar. El entreno no era a tope y la recta final no iba a ser diferente. Así que los últimos doscientos metros me noto incómodo y bloqueado, pero acabado consiguiendo otro 1'14", con lo que acabo muy contento de la sesión. Sobre todo por la sensación de facilidad a estos ritmos altos.

A todo esto, me despertaba el sábado a primera hora, con unas piernas que estaban bien cargadas. Sin más demora, pusimos rumbo a Banyoles con (casi) todo el grupo de fondo del club. Llegamos a nuestor destino, descargamos, comimos y tras un breve descanso, a volverse a calzar las zapatillas para un trote cochinero por el estanque. 11km en los que descubrimos la belleza del estanque y alrededores, y donde pudimos dar una vuelta de reconocimiento al circuito del domingo. El panorama era un cross bastante plano, pero en una zona de césped alto y con 4 cortas subidas (con sus correspondientes bajadas) muy explosivas. Se veía que estábamos frente a un terreno duro, y en el que además necesitaríamos clavos. Tras el reconocimiento, vuelta al hotel, una corta sesión de vídeo analizando la (mala) técnica con la que corremos, y a dormir que al día siguiente tocaba madrugón.
Vuelta a l'Estany de Banyoles.
A las 7.30h sonaba el despertador, y tras un abundante desayuno, pusimos rumbo al circuito. Los primeros corrían a las 10h y tocaba aguantar el frío de primera hora de la mañana. Y hacía mucho, ya que al llegar el circuito estaba cubierto por una capa de escarcha que hacía prever una carrera bien fría. Pero a medida que avanzaba la mañana, la temperatura fue aumentando, y cuando me tocó correr hacía un calorcito muy bueno. Así que en tirantes y sin guantes, ni manguitos, ni buff… A saco! Esta vez decido plantear un ligero cambio en la estrategia de la carrera: intentaré salir más rápido y ver cómo responde el cuerpo. Así que salgo y me sitúo por delante de Álex y Santi y empiezo a tirar a buen ritmo. Paso las dos primeras vueltas bastante fácil (eran 5), pero a la tercera tengo un momento de crisis. Empiezo a no ir tan fino y la cabeza me juega una mala pasada, con lo que en los constantes cambios de sentido que da el circuito, observo que me empiezo a alejar de la referencia que tenía delante, y veo a Álex cada vez más cerca. Empiezo a sufrir y a arrepentirme del ritmo de salida, cuando de repente levanto la cabeza y veo a otro corredor que se había descolgado justo delante. Fue mi salvación. Lo pasé y se enganchó conmigo justo al empezar la cuarta vuelta, y a partir de ahí mi cabeza se centró en intentarlo descolgar, las piernas se desbloquearon y dejé de sufrir tanto. A mitad de ese mismo giro me encontré tan bien que aceleré ligeramente para intentar soltar a mi compañero de viaje, cosa que sucedió al comenzar mi última vuelta, cuando pude dar otro pequeño acelerón. En un giro bastante cerrado, vi que le había recuperado la distancia a Álex, y aproveché la confianza para dar el último cambio a falta de unos 500 metros. Completé los 8 km en 30'29", que da un ritmo de unos 3'49". Un grandísimo tiempo, en mi opinión, y siempre rebajando el ritmo de los crosses previos.

Con ésta, he completado la primera de las tres competiciones casi consecutivas de estas navidades. Ya sólo quedan la Cursa dels Nassos el 31, y el cross de Vic el día 5. La primera cita es la que tengo marcada en rojo en el calendario. Serán 10km en los que se intentará pegar un buen mordisco a mi marca personal (37'54") y aproximarme a la barrera de los 37'. De momento, las sensaciones son buenas, y la progresión de ritmos optimista. Sólo hace falta ese poquito de suerte...

1 comentario:

  1. "Sólo hace falta ese poquito de suerte" Deja la suerte para los que la necesiten, tu a sufrir!!

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