Algo sobre mi...

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Entreno en el Club de Atletismo de Gavà, bajo los consejos de Sergi Sierra. Mi prueba favorita es el 800 m. l. Ahí van algunas marcas: -800 -> 2'07.96" -400 -> 57.2" -1.500 -> 4'38" -3.000 ->10'01 -5.000 -> 18'50" -10.000 -> 37'27"

jueves, 21 de febrero de 2013

Pequeña reflexión

Últimamente, con todo el tiempo que me ahorro al no entrenar, he estado pensando bastante. La entrada de hoy quiero dedicarla a hacer una breve reflexión sobre la cara mala del atletismo, la que nadie ve, la que intentamos hacer ver que no existe: las lesiones. Pero quiero enfocar el tema desde el punto de vista del corredor popular, o del que hace este deporte simplemente por disfrutar, como es mi caso.

Tres de tres. El resumen de lesiones importantes estas dos últimas temporadas y la actual. Que si en 2010-11 una fascitis plantar (4 meses), que si al año siguiente rotura fibrilar y tendinitis en la zona isquiotibial (5 meses), que si esta temporada rotura de isquio (1 mes)... Esta es mi cuarta temporada en este mundillo del atletismo, y la tercera consecutiva en la que me rompo. No hay manera de conseguir hacer una temporada en limpio y esto se nota en las marcas y en la confianza que tengo en mi mismo. Sobre todo durante este último mes, mi cabeza no ha parado de dar vueltas a la idea de dejar de competir de manera "seria" (en pista) y dedicarme a ser corredor popular de 10.000, incluso he llegado a plantearme la posibilidad de dejar el atletismo. Tal cual. Llega un momento en el que uno se harta. Porque, ¿cómo encontrar ganas y motivación para correr, si de buen principio sabes qué se puede echar todo a perder y con ello tu ilusión?

Pues sí. Esta pregunta ha estado rondando mucho mi cabeza. Pero al final, sé que no me voy a dar por vencido y que, si bien esta temporada ya no podrá salir todo lo bien que debería, tengo grandes esperanzas de al menos acabarla rebajando tiempos, y el año próximo volver a empezar a tope a por los objetivos que me marque. Y es que un atleta de mi nivel, que compite en pista pero no lucha por campeonatos, vive principalmente de la ilusión. De la ilusión de mejorar día a día, año a año sus tiempos, de intentar la mínima para este campeonato, de ganar en los entrenos al compañero que siempre va unos pasos por delante. La ilusión de algún año llegarse a colgar una medalla. Y cuando realmente te planteas si vale la pena seguir, si lo que realmente quieres es volver a forzar tu cuerpo aún sabiendo del riesgo de lesionarte, ves que es algo que no podrías dejar. Porque es lo que te gusta. Y esto es, quizás, lo más bonito que tiene este deporte.

Ahora ya estoy viendo la luz al final del túnel. La semana que viene empiezo con la bici, y en dos ya podré volver a la pista (en principio). Y aunque en su momento la lesión me sentó como una bofetada, y hasta hace unos días mi motivación estaba a ras de suelo, ahora vuelvo a entrar en el juego: a sentir las cosquillas en el estómago pensando que en breve estaré en la pista con todo el grupo, a saber que podré volver a sacar la calculadora para ver cómo he de hacer las series o tomarme la competición. Tengo más ganas que nunca de volver a empezar.

Pese a la mala racha de estos últimos años, sigo teniendo la esperanza (aunque ya no tanto la seguridad) de que el año que viene será el bueno. Porque de algo sí que estoy seguro: todo el trabajo de estos años e incluso la experiencia que me puedan dar las lesiones, en algún momento saldrán a relucir. En este sentido es un deporte difícil, porque hay que trabajar para el futuro. Pero, como mucha gente dice, si el atletismo fuera fácil, lo practicaría todo el mundo.

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